Ponencia Compartida, de Carlos Cazila y adaptación de Ana Franchini (Teatro)


Por Melisa Papillo.

El desdoblamiento, la reconstrucción del yo desde un otro y la búsqueda del propio ser son caminos que se transitan de forma luminosa o a oscuras. A veces, erigirse desde la cordura no es un recorrido fácil.

La obra comienza con la luz prendida y la actriz ya en escena: una mujer replegada en dos hamacándose sobre su propio cuerpo. Las protagonistas, María Benito y Emilce Rotondo, son dos mujeres de edades similares que comparten un camarín esperando salir a hablar de su vida artística en una conferencia de prensa. Afuera, decenas de periodistas las aguardan. 


Las conversaciones entre los dos personajes se van hilvanando unas con otras, hasta confundirse los personajes en uno solo. Las dos mujeres ensayan, nerviosas, los discursos que dirán frente a la multitud: sus historias de vida. Por momentos, los diálogos tienen la característica de transformarse en monólogos. Dichas intervenciones son interpretadas con gran fluidez por la actriz Emilce Rotondo. 

Sin duda, uno de los mayores aciertos en esta obra es el desdoblamiento que pareciera haber entre los dos personajes, en el que las intervenciones y reflexiones de una aportan y completan la memoria de la vida de la otra. Historias superpuestas y recontadas permiten pensar que son una sola persona en espejo y que la voz de una nutre y despabila a la otra. Por otro lado, la obra también tiene sus puntos débiles: parte de algunos diálogos se pierden, dado su carácter reiterativo en cuanto a lo argumental e interpretaciones poco afianzadas de una de las actrices. 

Ponencia Compartida transcurre con una única escenografía que se irá transformando hacia el final, donde todo pareciera tener otro sentido, pero a su vez, el mismo. 


Los conceptos fundamentales que rodean la obra son la fama, el estrellato y la propia fuga del ser dentro de la búsqueda personal-profesional. El personaje principal oscila entre la culpa de no haber sido quien realmente quiso y la confirmación constante de su fama. Pero, causalmente, fue ésta la que la llevó a perderse, ir y venir sin rumbo por perseguir una estrella que jamás se alcanza porque es sólo el reflejo propio brillando. 

La obra estará en cartel hasta el 28 de diciembre de este año en el Teatro Orfeo.

Días: Sábados 21 hs.
Localidades: $70.
Reservas: teatroorfeo@gmail.com o por inbox http://www.facebook.com/TeatroOrfeo

Ficha técnico artística:

Texto: Carlos Cazilda. Adaptación de Ana Franchini
Actrices: María Benito y Emilce Rotondo
Vestuario: Florencia Lamanna
Diseño de luces: Omar Possemato
Diseño sonoro: Teatro Orfeo
Realizador escenográfico: Carlos Maldonado
Fotografía y diseño gráfico: Silvina Verónica Pacheco
Asistente de dirección: Sebastián Lamas
Puesta en escena y dirección: Ana Franchini
Prensa: Laura Castillo.