Ms. 45, de Abel Ferrara (Cine)



Por Ignacio Balbuena.

El pasado 20 de noviembre, la distribuidora independiente Drafthouse Films, de Austin, Texas, lanzó un nuevo trailer del film de culto Ms.45, de Abel Ferrara. Remasterizada en prístino HD, la película será reestrenada en circulación limitada en algunos cines de USA en una nueva versión sin cortes que será editada luego en dvd y blu-ray. Algo valioso, sin dudas, ya que el film fue editado sin cortes en VHS en 1983 (el film es de 1981), pero las posteriores ediciones en dvd contenían cortes que censuraban algunos de los aspectos más gráficos del film. Por eso, a propósito de su nueva puesta en circulación, decidimos revisitar este clásico del exploitation de un director que nunca pudo terminar de establecerse en el mainstream, pero que supo crear una prolífica filmografía en sus márgenes.

Vista hoy en día tal vez no sea tan shockeante, pero Ms. 45 es un claro ejemplo del cine grindhouse que circulaba durante los 70s y 80s, pleno de violencia, sexualidad voraz, disparos y una sana cuota de sadismo. En el caso de Ferrara, sin embargo, el exploitation fue el marco para jugar con varios manierismos formales y estéticos que luego se revelarían como marcas autorales a lo largo de sus películas, algo que ya se perfilaba un poco en su ópera prima, Driller Killer.


Philippe Met escribió para la revista Senses of Cinema que el cine de Ferrara es un cine que busca difuminar límites (1), algo que es claramente visible en Ms. 45, también conocida como Angel of Vengeance. El de Ferrara es un cine mutante, que se debate entre el cine de género -exploitation- y el cine arte, entre la ficción y el documental, entre el realismo crudo y la estilización, e la sugestión y lo explícito. 

Es además, un cineasta que trabaja con la ciudad de Nueva York como background específico en varias de sus películas, así como también con el imaginario religioso del catolicismo, algo que lo acerca a cineastas como Scorsese, pero con mayor afección por el espíritu lóbrego del seedy underground neoyorkino.

Ms.45 cuenta la historia de Thana, una chica muda que trabaja para un modista en el Fashion District de Nueva York. Segura en su ámbito de trabajo, cuando sale a caminar junto a sus compañeras finalizado su horario, la ciudad se demuestra enormemente hostil y vulgar, como esbozada por un feminismo de trazo muy grueso, ya que son abundantes los hombres que les gritan vulgaridades y miran con lascivia. 

A los pocos minutos de empezada la película, Thana se convierte en una víctima de una doble violación, primero por parte de un enmascarado que la lleva a un callejón (el propio Ferrara bajo el alias de Jimmy Laine), y luego por un ladrón que había irrumpido en su casa. Thana logra, sin embargo, defenderse del segundo agresor, partiéndole la cabeza con una plancha, para luego cortarlo en trozos en su bañera y dejar bolsas con los restos en distintas partes de la ciudad. Cuando un hombre piensa que ella dejó una de las bolsas por accidente, y la persigue, Thana, todavía alterada por el recuerdo del episodio traumático con el que abre la película, le propina un disparo en medio de la frente. 

Así comienza su transformación de taciturna costurera a una sociópata asesina a sangre fría, dispuesta a matar a quemarropa a cualquier hombre que lo merezca (de acuerdo a su propio juicio, claro.) Thana encarna entonces, desde lo argumental y visual, estas dualidades de bordes difusos que habíamos mencionado antes, en una progresiva transformación, notoria principalmente desde el vestuario. 

Empieza siendo una discreta costurera en una paleta de colores clara, pero luego, se maquilla profusamente, los labios de un intenso rojo, la cara empolvada, y se viste de cuero negro, para terminar, en el clímax de la película, como una sexy monja con portaligas, acaso la imagen más icónica del film. Este cambio en el vestuario es un reflejo del cambio en el registro actoral de Zoe Tamerlis, recatada al principio, exuberante de sexualidad y violencia hacia el final, donde, en el medio de una masacre en una fiesta de halloween musicalizada por un ruidoso punk-funk, muere a manos de una mujer, empuñando un cuchillo a la altura de la pelvis (Ferrara no se maneja con sutilezas a la hora de metáforas), y exhalando las únicas palabras que pronuncia en toda la película ("sister"), en un último aliento étereo y reverberante, con la mirada aún sorprendida por esa suerte de traición a su causa.


Mencionamos a Martin Scorsese como una movie connection posible con Ferrara, pero el entramado visible en Ms. 45 es abundante, hay referencias a Psycho, de Hitchcock (el ojo en el desague de la bañera), y el trabajo sobre el género de rape and revenge (violación y venganza) anticipa películas como Kill Bill, de Tarantino. Asimismo, toda la secuencia del final, con una banda tocando en vivo, y una música claramente fuera de sincro sonando, le da a la escena una resonancia brechtiana, que invita al espectador a observar a la distancia,  a reflexionar por medio del shock. 

A veces plenamente inmerso en el género, con melodías de teclado que parecen escritas por John Carpenter, o la escena en el parque, cuando Thana ultima a cinco padilleros con una puntería digna de Clint Eastwood en un film de Sergio Leone, luego de un plano cenital que muestra como la rodean en círculo, otras veces canalizando sensibilidades propias del cine arte más confrontacional, Abel Ferrara es sin dudas un cineasta que vale la pena investigar. Ms. 45 es un buen lugar para empezar.

TRAILER

http://vimeo.com/79813616

(1) Philippe Met, ‘Abel Ferrara: Filming (on) the Wild Side (of New York)’, http://sensesofcinema.com/2013/feature-articles/abel-ferrara-filming-on-the-wild-side-of-new-york/