Revista Lucarna

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Entrevista a las creadoras de esta impredecible experiencia teatral

Lunas Cautivas – Historias de poetas presas, de Marcia Paradiso

Documental sobre tres mujeres, tres historias y un penal

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Un pájaro cualquiera, de Patricio Ruiz (Teatro - Entrevista)


Una actriz llega desde lejos para hacer un casting con una vieja gloria del teatro porteño, que lanzó una convocatoria por internet llena de omisiones y cuyo hermano -que asegura ser el hijo- tiene un disparo en la cabeza y no encuentra las palabras justas para comunicarse. La última propuesta de Patricio Ruiz es una versión tan libre de La Gaviota de Chéjov que termina siendo Un pájaro cualquiera.

Sobre el proceso de puesta en escena y los mecanismos de trabajo de este director y dramaturgo charlamos en la entrevista que sigue:

Revista Lucarna: ¿Cuál fue el disparador de Un pájaro cualquiera? 
Patricio Ruiz: Una anécdota, una imagen cercana en la que me he visto repetido y en la que nos veo, a la gente de teatro, chapoteando casi ahogados. Un casting intervenido por La Gaviota, de Chéjov, la cual nos empeñamos en repetir, porque -como sus personajes- seguimos viendo un horizonte que deseamos, atornillados a este presente que nos duele. 

RL: ¿Cómo es dirigir tus propias obras?
PR: Implica rever al dramaturgo para entender qué mecanismos le pertenecen, como procedimiento formal para agenciar técnicas y percibir movimientos que al momento lúdico de la escritura no están en primer plano por el mismo goce creativo que se adelanta y, a su vez, aliar los ”yoes” que nos componen creativamente para dar paso a una nueva forma de eso que se quiere decir. 

El texto teatral es un texto vivo y una aproximación a lo espectacular, abierto a las modificaciones y siempre en retroalimentación con la escena. Cada proyecto tiene una forma distinta de concebir su propio texto, así como también siento ser un dramaturgo distinto para cada proyecto que me involucra. Hay obras que lo tienen como estructura soporte que guía al trabajo de puesta y otras cuyos textos se van escribiendo a medida que la escena avanza. Otras que son un poco y un poco. De escritorio, colectivos, a partir de ensayos. Existen tantas posibilidades narrativas como imaginarios. 

A la hora de montar disfruto mucho de encontrar la materialidad justa para dar carne a lo que vive en un imaginario, pero sobre todo disfruto de verme interpelado por quienes actúan a partir de ese imaginario. Es una intimidad muy grande que se comparte con las actrices y los actores.

RL: ¿Cuál fue tu metodología de trabajo para llevar a escena Un pájaro cualquiera?
PR: La del fluir y entrenar. Creo que Chancha coraje tanto como Un pájaro cualquiera representan una bisagra en mi dirección porque me permitieron entender la necesidad y valor del fluir y mantener prendidas las ganas del encuentro, de hacer de las obras nuestra fiesta a medida que se crea un suceso que nos llena de preguntas y entrena a los cuerpos para estar dispuestos a la actuación. 

En cuanto al trabajo con la obra, hay varias instancias. Una, la del escrito que desarrollé mitad en México y otro poco en PANORAMA SUR y que tuvo su versión corta como aproximación espectacular en el festival Divinas Glorias (duraba 15 minutos) y, a partir de las ganas de todos y todas por seguir trabajando en conjunto, seguí desarrollando. Hablo de Natalia Casielles, Armenia Martinez y Martín Amuy-Walsh. 

La otra es la de la irrupción de una cabeza de pájaro gigante, del libro El sacrificio como acto poético, de Angélica Liddell, y que toma forma en la obra que se presenta en el Teatro del Pueblo.

RL: ¿Formar parte de la última cartelera del Teatro Del Pueblo en su edificio histórico tradicional, resignifica la obra?
PR: El Teatro del Pueblo es un emblema del quehacer independiente, un lugar que apuesta siempre a nuevas formas, abierto a propuestas de autores jóvenes. Dirigí mi primera obra ahí en 2013 y fue una experiencia hermosa. Me da mucha nostalgia estar acompañando este cierre de ciclo en este edificio y me da felicidad celebrar que ahora tendrá uno propio. 

El público asistirá a una ceremonia de tensión entre sistemas teatrales, hacer la obra en el Pueblo a punto de mudarse es más que un gesto político, enmarca y abraza. Para el equipo representa la responsabilidad de hablar de los medios de producción desde un lugar que defiende al teatro independiente y a sus búsquedas, sus posibilidades de ensayo y error que el teatro alternativo da, porque responde a otras lógicas y no a las de mercado, que en estas épocas aprietan de cerca, pero que el teatro seguirá combatiendo para no dejar que la solemnidad invada ni que el sentido común de la hegemonía normada reine sobre nuestros cuerpos e imaginarios.

Cuándo: Viernes 24 y 31 de agosto, a las 21:00.
Dónde: Teatro Del Pueblo, Av. Pres. Roque Sáenz Peña 943 (C.A.B.A.).
Cuánto: 250 $ / 220 $, descuento a estudiantes y jubilados.

📷: Piero Cavallín.

Ficha Técnico-artística
Dramaturgia: Patricio Ruiz.
Actúan: Martín Amuy Walsh, Natalia Carmen Casielles, Armenia Martinez.
Vestuario: Javier Mayer.
Escenografía: Giselle Vitullo.
Iluminación: Nadia Farías.
Canción: Eduardo Barrientos.
Fotografía: Piero Cavallín.
Diseño gráfico: Nicolás Deshusse.
Asistencia de dirección: Francisco Lachavanne.
Prensa: Carolina Reznik.
Producción: Martesnueve.
Dirección: Patricio Ruiz.

Nos metemos en el corazón del Colectivo Payaso

Por Victoria Cestau.

Con una estética que rememora a aquellos cuadros constructivistas rusos, las manos se dibujan en una paleta oscura. El Colectivo Payaso nos hace emprender un viaje a través de una propuesta variada, con números que cambian de función en función a través de distintos personajes. 

Cada uno de estos números está diseñado a partir de la unión de diferentes disciplinas artísticas: música, canto y baile. Con ellos, se nos presenta un camarín lleno de caramelos y lucecitas tenues. Guardapolvos celestes y mucha música. El elenco profesional de la varieté payasa se prepara. 

En escena, aparece un grupo de artistas que despliega el juego y el espíritu del clown. Montan y desmontan las sucesivas escenografías de sus munditos. Salen a la cancha, reciben alegres al público, sensibles y combativos desde la ternura.

De tanto en tanto, va y viene un mini clown que -mágicamente- aparece por el espacio. Es el niño artista de la troupe, una presencia fresca que alimenta el espíritu de esta familia, compuesta por narices rojas que galopan motorizadas por el amor a este oficio esperanzador. 

El Colectivo Payaso reúne y convoca desde el circuito under teatral a una forma de producción artística que rememora a las carpas itinerantes de los payasos de circo que convivían y realizaban sus espectáculos en salas teatrales.

Tuve la oportunidad y la suerte de actuar como payasa, en más de una oportunidad, junto al Colectivo y otros compañeros. Siempre agradecí y les reconocí la forma que tienen para recibir a los artistas, la dedicación, el compromiso y el amor hacia un oficio que es maravilloso. 

Para que todos puedan conocer la propuesta un poquito más, aquí les dejamos una pequeña charla con Silvia Aguado, responsable de la dirección general de este grupo creativo que va por más. 

Revista Lucarna: ¿Cuándo y para qué nació el colectivo?
Silvia Aguado: En mayo de 2017, pero se vino gestando muchos años antes, sin ser muy consciente de ello. Por mis clases pasan muchos alumnos muy talentosos, que se toman el trabajo de manera muy comprometida y rigurosa. Esto siempre me conmueve.

Ese año, mi hijo mayor -que ya llevaba más años de vida estudiando teatro que sin hacerlo- me planteó: ‘¿cuándo vamos a trabajar juntos? ´. Y esto funcionó como un motor para mí.

Eso por un lado, y por el otro, estos ‘hijos payasos’ que he formado por muchos años y las ganas de hacer un trabajo profesional con ellos, generaron en mí la necesidad de llevar a cabo una idea doble: la creación de una compañía payasa y un espectáculo varieté de puertas abiertas a los payasos que quieran compartir escenario. 

El eje central está puesto en generar un espacio escénico en el cual puedan actuar, convivir, payasos de diferentes generaciones, diferentes formaciones y estilos dentro del clown, de lugares diferentes del país y países vecinos.

Convoqué a estos exalumnos de muchos años, también se acercaron quienes hoy son las asistentes del Colectivo y, juntos, le dimos forma a esta modalidad de trabajo.

RL: ¿Cómo despliegan esa modalidad?
SA: Todos los meses abrimos una convocatoria a los payasos que quieran acercarse a participar. Tenemos un día de visualización y selección de números payasos, a partir del cual elegimos aquellos que hacen sistema juntos para armar una función.

Además, lanzamos una convocatoria de músicos, porque en cada función hay un músico invitado entre los payasos; otra a fotógrafos, porque en cada función invitamos a un fotógrafo a que registre con su estilo la varieté.

También tenemos ensayos semanales de la compañía, en los que creamos  mensualmente números diferentes, para que cada función sea única.

No faltan las reuniones de producción para cuidar la calidad de los detalles. Después hacemos una función a sala llenísima, que muchas veces nos demanda agregar otra más al mes.

RL: ¿Cuál es el objetivo del Colectivo Payaso?
SA: Se propone y propone abrir un espacio en donde los payasos podamos tener voz, dar respuesta, hacer preguntas, compartir con los otros, las cosas que nos pasan. Y lo que nos pasa con lo que pasa al rededor.


Las funciones del Colectivo Payaso se hacen  el segundo jueves de cada mes a las 21:00 en Fandango Teatro (Luis Viale 108).



El Colectivo Payaso está compuesto por:
Dirección y coordinación general: Silvia Aguado.
Payasos: Fernanda Brizuela, Alejo García, 
Jesica Bustelo, Cecilia Domínguez, Agustina Aguirre Aulestiarte, Silvia Aguado.
Asistente de dirección: Andrea Bohrn.
Asistente de escenario: Belén Rey.
Diseño gráfico: Flor Gonzo.

📷: Ana Scolpino y Victoria di Cocco.

Entrevista con Catalina Piotti, dramaturga de Pompidú

Impulsada por el deseo de indagar sobre la locura, el amor y las heridas del pasado, la actriz, guionista y dramaturga Catalina Piotti escribió Pompidú, obra que toma la vida de Érica, una joven pintora que en muchos aspectos no encaja en “la norma” y que, a través de su arte e imaginación, logra transitar una realidad que en muchos aspectos le es hostil.

La pieza fue estrenada en 2017, en Dynart Espacio de Arte, bajo la dirección de la propia Piotti, y ahora toma la forma de libro, de la mano de Editorial Dunken y acompañada por las ilustraciones de la directora de arte, ilustradora y mediadora artística, Agustina Marambio de la Vega.



Para conocer más a fondo sobre la obra y su autora, compartimos una charla que tuvo Lucarna con Catalina Piotti desde Los Ángeles, California, donde está realizando un curso de guion de cine y televisión en UCLA Extension.

Revista Lucarna: ¿Cómo surgió Pompidú?
Catalina Piotti: Desde el deseo en indagar sobre la locura, el amor y las heridas del pasado. Y en cómo ese dolor puede llevar a las personas a construir mundos propios para refugiarse. En el caso de Érica, la protagonista, este universo es un bunker poético, radical y extremadamente intenso en donde no hay lugar para los grises y las verdades se manifiestan crudamente. Fue esa intensidad llevada al extremo, la que me invitó a plantear ciertos interrogantes que, creo, pueden resonar en todas las personas al margen de si estamos “locos” o no. 

RL: ¿Qué textos influyeron en la escritura de la obra?
CP: No puedo decirlo específicamente. Todo lo que uno ha leído, estudiado y observado influye fuertemente en la creación de modos no siempre conscientes. 

Con el tiempo descubrí que muchos de los conceptos de mi formación en ciencias sociales -y más específicamente de la ciencia política- estaban muy presentes. Los mismos se plasmaron en la forma en la que se piensan los vínculos y cómo nos articulamos con procesos macro y con cuestiones que nos exceden y tienen que ver con condiciones sociales. La manera en que Érica reprime y auto controla su locura puede asociarse a las ideas de Foucault sobre una sociedad vigilada por las instituciones, especialmente por el hospital psiquiátrico. También el gran hermano de Orwell aparece para hablar de este control y la paranoia que genera. 

RL: ¿Cómo fue trabajar con Agustina Marambio de la Vega?
CP: Un proceso muy interesante y placentero. Sus años vividos en París y su sensibilidad hicieron que supiera captar la esencia del material maravillosamente. Siento que las ilustraciones y el texto también dialogan, se descubren y retroalimentan. 

RL: ¿Tenés nuevos proyectos teatrales en puerta?
CP: Si bien actualmente estoy con mis energías puestas en el cine y la TV, no me imagino lejos del teatro. Por eso, me gustaría traducir Pompidú al inglés y formar un elenco para estrenarla acá, en Los Ángeles. También estoy trabajando en el guion de mi primer largometraje “Mitakpa”. 

Detalle
Título: Pompidú.
Autora: Catalina Piotti.
Editorial: Dunken, 2018.
Con ilustraciones de Agustina Marambio de la Vega.
ISBM: 978-987-763-292-7
Páginas: 83. 
Precio de venta: $250.

Sobre Catalina Piotti (Buenos Aires, 1985)

Es actriz, guionista y dramaturga. Cursó la carrera de Ciencia Política. Estudió guion audiovisual en NYFA (New York Film Academy). Como actriz se formó con Julio Chávez, Bernardo Cappa, Soledad Villamil y Federico Olivera, entre otros. El primer espectáculo de su autoría fue “Cuero y Tiara: un musical” (2013). El mismo incluye algunas de sus canciones (“Hay lombriz”, “Círculos concéntricos” y “Cazadores”). En 2017 estrenó “Pompidú”, dando así sus primeros pasos en el terreno de la dirección. Actualmente está por transladarse a Los Ángeles, California, para continuar con sus estudios.


Sobre Agustina Marambio de la Vega (Buenos Aires, 1972)

Es directora de arte, ilustradora y mediadora artística. Trabaja para agencias de comunicación de Argentina y Francia. También ejerce como mediadora artística, acompañando a través del arte a personas enfermas y a niños dentro del ámbito escolar. Agustina se inspiró de sus años vividos en París para ilustrar “Pompidú”.

Los Titirifeos presentan Titiri-risas y el saxo mágico (Entrevista)




Por Másako Itoh.

Una tal Bruja Mirta quiere eliminar del planeta a la música alegre. ¿Podrán Gonzalo, Jazmín y un curioso saxofonista detener su maléfico plan? Sin dudas, porque un muy singular superhéroe es el encargado de detenerla a través de la melodía de un saxofón, el humor y, por supuesto, una gran imaginación.

Con su nuevo espectáculo Titiri-risas y el saxo mágico, el dúo de Titirifeos formado por Emiliano Vega (actor, titiritero) y Emiliano Puñales (saxofonista, actor, titiritero) se presentará el 11 de noviembre a las 16:00, en el Teatro Metropolitan Sura.

Una larga trayectoria

Los Titirifeos se conocieron, hace más de diez años, en una sala de ensayo en Floresta, donde uno grababa con el saxo melodías para una banda y el otro grababa radioteatros para un programa. Ninguno de los dos pensaba por aquel entonces dedicarse a los títeres, pero las vueltas del destino, la pasión y una determinación férrea los llevó a apostar 100 por ciento por el teatro callejero y los títeres. “Al principio la jipiábamos un poco hasta que decidimos tomarlo profesionalmente. La gente empezó a ir a vernos y llevar a su familia para pasar el domingo en Plaza Francia, eso nos paró diferente.”, cuentan los Titirifeos en diálogo con Lucarna.

Así comenzaron hace más de una década montando espectáculos al aire libre, además de recorrer jardines y escuelas de todo el país con una propuesta donde el humor, en diálogo con el público y la música, juega un rol esencial.

Pero no sólo eso, el grupo que combina títeres y música, supo muy bien aggiornarse a los tiempos modernos, armando jocosas rutinas de stand up –siempre en plan familiar- para su títere estrella, Gonzalito.

Los invitamos a conocerlos más de cerca en la entrevista que sigue.

Revista Lucarna: ¿Cómo fue la creación de Gonzalito?
Emiliano Vega: Fue creado para la calle, es un títere Rasta artista callejero. Al principio era un personaje más, con el tiempo se ganó el primer lugar en la compañía. Fuimos haciéndolo crecer a través de improvisaciones y texto armado en Plaza Francia; cientos de cosas fueron apareciendo y le dieron vida y personalidad a nuestro personaje más entrañable.

El de ahora es el quinto Gonzalito, porque se van deteriorando y hay que renovar. Él está feliz con su cara nueva. La confección nace de una plancha de goma espuma con la que se hacen cara y manos; los ojos los hacemos particularmente para cada títere, todos tienen una mirada especial, que es lo que más vida les da. Todo a mano, con tijeras, telas, pinceles, pintura y mucha paciencia.

Cada personaje lleva alrededor de tres o cuatro días de armado para que quede perfecto.

RL: ¿Cuándo y cómo se les ocurrió unir música, stand up comedy y títeres para un espectáculo infantil?
Emiliano Puñales: La mezcla es lo que nos hace únicos. Hay cientos de shows en los que los chicos la pasan genial, pero los grandes se aburren, miran el reloj a ver cuándo se termina el embole que se están comiendo.

Nosotros hacemos todo lo contrario. Queremos que el adulto se ría tanto como el niño, y encontramos la fórmula con humor sano, títeres y música.

Descubrimos que la mirada de ilusión de un adulto es mucho más fuerte que la de un niño, porque los más chicos siempre la tienen, lo grandes no.

RL: ¿Por qué se decidieron por hacer teatro callejero?

EV: Surgió en 2001. El país estaba pasando por un momento durísimo y la necesidad de tener un billete más en el bolsillo nos generó mentalmente la posibilidad de ir a una plaza a pasar la gorra después del show.


Todo se dio muy bien para nosotros y acá estamos, dedicándonos 100 por ciento a este proyecto independiente.

Es justamente esa amplia experiencia en el teatro callejero, sumada a la impronta del teatro títeres, lo que les permite manejar a la perfección el timing de las situaciones de ida y vuelta que se plantean con el público, dosificando las intervenciones musicales del saxofón. Por cierto, un instrumento musical cuya escucha tal vez no sea tan habitual para los chicos, pero que cautiva a todos los sin distinciones de ninguna índole.


Sin dudas, una gran oportunidad para ver algo diferente. 

Arranca el Festival Internacional de Circo Independiente (Entrevista con su curadora, Leticia Vetrano)


Por Victoria Cestau.

Hoy empieza la 3° edición del Festival Internacional de Circo Independiente con nueve espectáculos a la gorra y para toda la familia que nos acercan el estilo de vida nómade y su filosofía a través del humor, las acrobacias, el lenguaje corporal, el ritmo, las emociones y la acción.

Este año, la curaduría del mismo está a cargo de Leticia Vetrano, también conocida como María Peligro, artista con años de formación y especializada en diversas disciplinas como gimnasia artística, danza clásica, acrobacia y contorsiones. 

Revista Lucarna quiso charlar con ella para conocer más sobre el campo circense actual y Proyecto Migra, entre otros temas. Compartimos acá el resultado de este encuentro:

Revista Lucarna: ¿Cómo y para qué nace Proyecto Migra?
Leticia Vetrano: Después de estar muchos años en Europa construyendo mi carrera como clown solista, viví la experiencia de girar con un circo en Italia. En ese momento ya sabía que era mi último proyecto en Europa, necesitaba un nuevo desafío, una nueva utopía. 

La vida en la carpa me cautivó por completo, correspondía perfectamente con lo que yo deseaba: generar un espacio propio, pero que no me atara a ningún lugar. Así surgió la idea de tener una carpa; más que un circo siempre soñé con un espacio cultural. 

Ya instalada en Buenos Aires, empecé a buscar entre mis amigos, colegas y compañeros de trabajo para dar con quienes quisieran compartir esta aventura, que en ese momento era un delirio. 

Proyecto Migra propone un espacio abierto a toda la comunidad, que promueva el intercambio cultural, la formación artística, descentralización y la federalización del arte.

Tardé dos años en conformar el equipo que luego se convirtió en una cooperativa cultural. Así, el proyecto se multiplicó y tomó más sentido. 

Hacemos Migra porque nos interesa mantener nuestro espíritu viajero, porque nos gusta la idea de resignificar la carpa de circo como símbolo popular, porque creemos en la descentralización del arte. 

RL: ¿Podés explicarnos el concepto de red y coproducción como la política cultural sustentable para este tipo de emprendimientos?
LV: Por la naturaleza de nuestro proyecto y por las particularidades que tiene, no podríamos hacerlo sin la coproducción de gestores locales, es ahí donde se completa nuestro proyecto. 

La coproducción es fundamental para nosotros, nos hace comprender las particularidades de cada lugar, nos facilita la gestión burocrática y, sobre todo, nos ayuda a entender el contexto con el que vamos a trabajar y el tipo de público con el que nos vamos a encontrar. Cuando se mueve nuestra carpa-teatro el público cambia. 

En cuanto a la política de sustentabilidad, estamos siempre aprendiendo cómo se hace. Es posible hacer cultura autosustentable siempre que haya un público que pague, pero esto deja afuera a una parte de la sociedad. A nosotros nos interesa mucho llegar a todo tipo de público, por eso trabajamos a la gorra en nuestras giras autogestionadas e intentamos también conseguir municipios y actores privados que compren el proyecto. Entre estas dos cosas nos manejamos.

Cabe aclarar que el proyecto es 100 por ciento independiente desde el inicio. 

RL: ¿En qué se diferencia a un circo tradicional?
LV: Nos diferenciamos en dos aspectos fundamentales. El primero es como artistas, porque queremos con nuestras creaciones trascender la técnica de circo. Mas allá de la proeza del truco, buscamos desde la dramaturgia, la elección estética y la puesta en escena contar algo más. 

El segundo es como gestores, porque tenemos una estructura que es completamente horizontal, a diferencia del en el circo tradicional, en el que existe un patrón que es el dueño del circo.  En nuestro caso, al ser una cooperativa, todas las decisiones se votan en una asamblea y se decide entre todos el rumbo del proyecto.
Y, obvio, no tenemos animales.

RL: ¿En qué se parece a un circo tradicional?
LV: En que somos familia; somos medio gitanos. También en que creemos en la magia de llegar a un lugar y transformarlo: llega la carpa y algo cambia. Eso se mantiene intacto.

RL: ¿Cómo ves el desarrollo de la actividad circense en la actualidad?
LV: Creo que el circo contemporáneo o el circo de autor está tomando mucha fuerza en los escenarios de América Latina, seguramente con una gran influencia de Europa, donde este género ya está instalado hace muchos años en los circuitos teatrales más importantes.  

En Argentina, en particular en los últimos años, creció muchísimo la comunidad cirquera, y también crecieron las posibilidades. La sensación a veces es que no está considerado un arte escénico, pero las nuevas creaciones y la inserción del circo en espacios que sólo eran teatrales están incentivando a los artistas a llegar más lejos con sus creaciones. 

RL: ¿Cuáles son las perspectivas a futuro?
LV: Para el año próximo vamos a crear nuestro primer espectáculo como compañía (por el momento, nuestros espectáculos son de varieté: cada integrante presenta sus números, siendo de creación colectiva sólo los intermedios) y seguir construyendo en equipo desde la autogestión, seguir aprendiendo y hacerlo lo mejor que podamos, siempre.

Leé más sobre el Festival:


Los Bohemios, de Brenda Costa (Teatro-Entrevista)




Este jueves a las 21:00 llega al Teatro la Gloria (Yatay 890)
la última función de la tercera obra de Brenda Costa, actriz egresada de la carrera Lic. en Actuación de la UNA, devenida en directora y dramaturga. La pieza se centra en una familia de clase media argentina luego de la debacle de 2001 y la manera en que las relaciones de sus miembros cambian a partir de una coyuntura adversa.

Los invitamos a conocer el proceso que llevó a escena a Los bohemios de la mano de Costa, quien charló con Lucarna:


Revista Lucarna: Siendo actriz de formación, ¿cómo surgió tu faceta como dramaturga y directora? 
Brenda Costa: Surge como desafío. Siempre me pareció una gran hazaña dirigir, algo magno. Una actividad de mucho riesgo y superación. Ambas actividades surgieron casi contemporáneamente. Hice un taller de dramaturgia con Kartun y un poco la arenga era para dirigir los materiales propios. 

Dirigir completa mucho la mirada del actor. Después se actúa distinto, se repara en otras cosas, se forja una mirada más panorámica y astuta, que tiene en cuenta otros elementos. La actuación para la dirección también es un elemento interesante, porque se comprenden mejor, creo yo, ciertas cosas que después los actores te plantean. Creo que te actuar te hace más empático como director.

RL: ¿De dónde surgen las imágenes que utilizás para escribir?
BC: Depende. Para mi primera obra me inspiré en una película. Para la segunda, sólo empecé a escribir un texto, y me di cuenta que tenía un color particular, que era en las afueras de algún lugar, que implicaba una contienda, y fue un western. Y para Los bohemios, me inspiré en sucesos familiares. De todas formas, luego de avanzar en la dramaturgia o en la puesta, siempre descubro cosas que son muy biográficas, que no quise incluir adrede y se colaron en la obra. Eso es muy interesante, hay hallazgos, cositas que te devuelven los materiales. Sorpresas. 

RL: ¿Cómo nace Los Bohemios?
BC: Surge de un hecho familiar, de una crisis que pude sublimar en esta obra. Como era algo reciente, me pareció que era interesante que algún elemento no fuera contemporáneo, es decir, correrle algo, para que pudiera tener otra profundidad. Pensando épocas, me pareció que el post crisis 2001 era un buen contexto. Además, hay algo del contexto actual que me huele un poco a esos años. 

RL: ¿Cómo fue el proceso de ensayo y realización del espectáculo?
BC: Escribí cuatro escenas (de seis) y en enero me puse a trabajar con las actrices. En marzo se sumó el personaje de Fabio y ahí largamos. Fue un proceso corto. Algo que planteamos desde el vamos fue laburar a buen ritmo y estrenar poco después de mitad de año, para no achancharnos y ponernos productivos. 

La dramaturgia la completé durante los primeros meses de ensayo. Generalmente, hago eso. El trabajo con los actores me permite comprender mejor el material y cerrarlo.


RL: Estás participando del Laboratorio de creación dirigido por Ricardo Bartís en el Teatro Cervantes, a la hora de ponerte en el rol de actriz ¿sentís que los ecos de la directora te condicionan o influyen?
BC: Me sirve para tener una mirada totalizante. Somos muchos actores, en un espacio muy grande en el que pasan cosas en simultáneo. Y, como Bartís es uno de mis maestros, me dejo dirigir con mucho gusto. No me condiciona. Es un logro enorme, para mí. Pero sí, es verdad que te ponés más exigente en cuanto a quién te dirige; más selectiva.

Ficha técnico artística
Actúan: Bárbara Landgraf, Marina Hapko, Nicolás Fernández Garello, Paula Celeri.
Asistencia de dirección: Martín Miró.
Propuesta escenográfica: Cristina Nigro.
Realización escenográfica: Bárbara Landgraf, Brenda Costa.
Iluminación: Leandro Crocco.
Vestuario: Bárbara Landgraf, Brenda Costa.
Diseño sonoro: Martín Miró.
Diseño gráfico: Jorge Pruneda.
Fotografía: Martín Miró.
Prensa: Carolina Reznik.
Producción: Los bohemios.
Dramaturgia y dirección: Brenda Costa.


Cuaderno del pirómano, de Agustín Campos (Literatura)


Agustín Campos lanzó Cuaderno del pirómano, su quinto título (aquí la reseña del primero, Ventana Esquizo). Se trata de una novela fragmentaria, no lineal, quizá hasta incómoda. Un texto que compele al lector a levantar la vista del libro, más de una vez, y preguntarse hacia dónde va esto.

Para saber un poco más sobre el mismo, compartimos debajo un breve ping-pong con el autor:

Revista Lucarna: ¿Cómo es tu relación con la escritura?
Agustín Campos: Podría ser como la de un obsesivo y una histérica. Tiene algo de curación. Como decía Tato Pavlovski: “no hay curación sino grupal”. Escribir es mi forma indirecta de unirme a la manada.

RL: ¿Tenés alguna rutina a la hora de hacerlo?
AC: No. La mayoría de las veces escribo en una Tablet. Eso es lo único que se repite. Pero ya lo decía Henry Miller: “la mayor parte del proceso de escritura sucede lejos de la máquina de escribir”.

RL: ¿A quién se le regalarías el libro y a quién no?
AC: A mí me pasa un poco como a César Aira cuando le preguntan por sus libros y él dice: “lean a otro”.

RL: ¿Estás trabajando en algún nuevo proyecto?
AC: Diría que no, pero siempre tengo esa sensación y después algún librito sale.

Detalle del libro
Cuaderno del pirómano
De Agustín Campos
Buenos Aires, De los Cuatro Vientos, 2017.
ISBN 978-987-08-1268-5 Págs. 86.
$200 pesos.

Anida y el circo flotante, de Liliana Romero (Cine-Entrevista)



Por Másako Itoh.

El 19 de octubre se estrena la película de animación argentina Anida y el circo flotante, luego de un año de girar por los más de 13 festivales internacionales de su género (ver el detalle debajo). Revista Lucarna dialogó con la directora del film, Liliana Romero, para conocer más sobre su estética y su modo de contar historias. 

“Quería que el circo ambulante llegara al Río de La Plata. Es importante que cuando los chicos y los adultos se sienten a ver una película encuentren algo propio. Un lugar de pertenencia. Y cuando la vean fuera de Argentina tengan algo que descubrir”, dice Liliana Romero, codirectora -junto a Martin Méndez- de Anida y el circo flotante, primer y único estreno de animación argentina del año. 


Pero Anida y el circo flotante promete no ser una película de animación más. Desde el inicio de la cinta, asociamos su atmósfera a las obras de Quinquela Martín, Antonio Berni, y hasta se cuelan desde lo sonoro valsecitos, boleros y segmentos con aires de tango.  “La Boca es una de las zonas de Buenos Aires que más me gustan –afirma Romero-: las construcciones de chapa, la mezcla de materiales y la variedad de colores, es como caminar por un gran collage.” Pictóricamente hablando, la creadora define su estilo como expresionista, lleno de color y texturas, y asegura que le encantaría que al espectador le dieran ganas de tocar la pantalla. 



Revista Lucarna: Es asombroso el trabajo que se ve en cada uno de los fondos de las escenas, muy trabajados, con minuciosidad y detalle. ¿Cómo se trabajó en ese sentido?
Liliana Romero: Vengo de las artes plástica, estudié en la facultad de La Plata, es por eso que en todas mis películas la mano de los artistas está muy presente. En este caso, tanto las texturas de los fondos como los vestidos de los personajes se pintaron en acuarelas y acrílicos sobre papel. Luego se escanearon y se terminaron de armar en composición.  

Generalmente, hay dos maneras de trabajar: uno, con un equipo grande, de mucha gente y terminás en menos tiempo, o -como prefiero yo- con un equipo más pequeño, lo que implica más tiempo. Esto es así porque no siempre es fácil encontrar artistas que se adapten al trabajo dentro de una producción, generalmente son más independientes, pero cuando encontramos a gente con esa sensibilidad es muy bueno, y pintar así es un placer.

RL: ¿Están en contacto con otros ilustradores o realizadores de cine de animación argentinos? 
LR: Pakapaka me parece muy importante para que los chicos puedan ver otras opciones de estéticas y formas de contar historias. Si no, lo que termina pasando es que todo lo que no se mueva como, o no sea igual a, termina pareciendo que está mal hecho o es de menor valor, es todo un desafío.

RL: ¿A partir de qué imagen o qué idea nació la peli, y cuánto tiempo llevó desde el primer boceto hasta el resultado final?
LR: Anida es un cuento que escribí hace muchos años y, cuando conocí a Martín Méndez, armamos el guión. Pasó bastante tiempo hasta que pudimos encontrar el espacio para la producción, ya no me acuerdo cuántos años. Lo que sí puedo especificar es que tardamos más o menos tres años de producción. Algunos de los primeros bocetos son de 2002, o más, soy muy persistente.

RL: ¿Por qué se produce tan poco cine de animación en Argentina, mientras que en el resto del mundo es furor?
LR: Pensando en la producción de animación, creo que no es ajena a las complicaciones de la producción de cine en general. Por un lado, se trata de un proceso muy costoso y el tiempo que lleva es más del doble de una ficción. Por otro, la mejor época para los estrenos animados son las vacaciones de invierno, y en ese lapso seguramente no se conseguirán salas porque vienen las películas de afuera con sus enormes cantidades de copias y publicidad, con lo que quedás fuera de ese tiempo de estreno. 

De todas formas siempre hay esperanzas y sí, se sigue produciendo.

Ficha técnico-artística
Elenco: Nicolás Scarpino, Gabriela Bevacqua, Adirán Navarro, Alejandro Paker, Fabio Aste, Diana Lelez, Tatiana Temerlin, Belén Piegari y Segio Paglieri.

Equipo técnico: 
Dirección: Liliana Romero.
Guión Liliana: Romero y Martin Méndez.
Productor artístico: Norman Ruiz.
Productoras: Imageneers_ Didafilm_ Cinemadigital_ Toma virtual.
Productoras / Imageneers / Toma virtual/ Dida Film/ Cinema Digital.
Productor: Oscar Azar, Patricio Resoagli Dessen.
Jefe de producción: Gonzalo Lemos.
Asistente de dirección: Victoria Prusik.
Director de Fotografía: Norman Ruiz.
Editor/ Compositor: Norman Ruiz.
Diseño de personajes: Mauricio Fernandez y Liliana Romero.
Música Original: Scatmusic.
Director Artístico: Liliana Romero.
Diseñador de Sonido: Scatmusic.
Animador: Martín Urquijo, Draftoons y Marcelo Carmona.
Dirección de actores: Gonzalo Garcia Luna.

Argentina, Animación, 2016.
Duración: 76 minutos.
Distribuye: Aura Films.

Festivales

Festival internacional del nuevo cine latinoamericano de La Habana, Cuba 2016.
Mención especial del jurado de animación.
Selección oficial del festival internacional para niños y niñas MI PRIMER FESTIVAL, Perú 2017.
Selección oficial del festival de cine de Estocolmo, Suecia 2017.
Selección oficial del festival de cine IFF, Panamá 2017.
Selección oficial del festival de cine latino de San Diego, EEUU 2017.
Selección oficial del festival de cine de animación HAFF, Holanda 2017.
Selección oficial del festival para niños de Santo Domingo, Rep. Dominicana 2017.
Selección oficial del festival de animación latinoamericana AnimaLatina, Argentina 2017.
Selección oficial de cine latinoamericano AluCine. Tortonto, Canadá, 2017.
Selección oficial de cine de Guadalajara, Mexico, 2017.
Selección competencia oficial Festival para niños y niñas de Santo Domingo, República Dominicana, 2017.
Selección en competencia oficial del Festival internacional de cine para niños y niñas Ojo de pescado, Chile, 2017.
Selección oficial del Festival de cine de Vladivia, Chile, 2017.