©Kalu Crulcich |
Fugitiva
Cuando salgas por la puerta,
todo lo construido se derrumbará.
no es que no te haya amado
no es que los abrazos se disuelvan
no es que los perfumes no queden por ahí o en la cama,
ni otras cosas que dejaste,
no es que la sensación de tu piel en mis manos sea un cuento
y se me vuele con el viento:
las estructuras son endebles,
se quiebran,
se parten,
se caen,
se lamentan, se reconocen entre sí mientras en el suelo
se huelen y se arman de nuevo,
como quien reconoce la existencia de un momento que pudiera ser un mundo.
cuando salgas por la puerta y la atravieses
todo lo construido se derrumbará
un sinfín de voces,
la alegría de dos mundos,
el saberse querido,
el gruñido de quien barre la vereda
las escobas y su ritmo paulatino
mientras tanto
la estructura te atraviesa:
no somos siquiera inmunes a encuentros fugitivos.
Qué linda sensación la del codo que
cae sobre los hombres suaves, mi frente
contra la tuya y parece que
nadie tiene ganas pero de repente
el miedo se diluye en el silencio de una risa.
Algo parecido a hacer dedo y que pare un tren.
II
Es suficiente una planta que sola se riegue
en el jardín un jazmín con flores que renacen y mueren y
así, botas que se calienten solas en invierno o
cualquier cosa que encuentre su temperatura justa, vos
me tocás el brazo y te parece bien y
mi cuerpo es un escándalo,
tu nombre es un escándalo los días después
yo me guío por el instinto y
no sé cuánto tiempo pasa, si es que pasa
o cómo. Detengo el tiempo: las cosas
que se ven y las que no.
Las observo con la lentitud del que interfiere en
el acto ajeno o la del fotógrafo mientras click y
un ojo se cierra. Otro se abre.
No logro distinguir cuál.
III
Yo muero.
Lento, muero. Pausado. Así que
vuelvo a la videocasetera y pongo fwd,
aprieto play, ya no rebobinar, ya no
mirar hacia atrás salvo para
corroborar que mi sombra aún
me siga.
Y digo,
si te cruzo
quizás muero, apago todo;
la videocasetera, el DVD, el DVH, el aire que
entra por la ventana o no...
Ese que pase, que me peina la cara yo
Tengo un puñado de cosas que decirte,
Pero parece que el mundo me congelara los pies
Y yo apago todo,
miro para adentro y me contengo.
Si querés leer más de Vika Mora podés visitar su página.
todo lo construido se derrumbará.
no es que no te haya amado
no es que los abrazos se disuelvan
no es que los perfumes no queden por ahí o en la cama,
ni otras cosas que dejaste,
no es que la sensación de tu piel en mis manos sea un cuento
y se me vuele con el viento:
las estructuras son endebles,
se quiebran,
se parten,
se caen,
se lamentan, se reconocen entre sí mientras en el suelo
se huelen y se arman de nuevo,
como quien reconoce la existencia de un momento que pudiera ser un mundo.
cuando salgas por la puerta y la atravieses
todo lo construido se derrumbará
un sinfín de voces,
la alegría de dos mundos,
el saberse querido,
el gruñido de quien barre la vereda
las escobas y su ritmo paulatino
mientras tanto
la estructura te atraviesa:
no somos siquiera inmunes a encuentros fugitivos.
Hacer dedo
IQué linda sensación la del codo que
cae sobre los hombres suaves, mi frente
contra la tuya y parece que
nadie tiene ganas pero de repente
el miedo se diluye en el silencio de una risa.
Algo parecido a hacer dedo y que pare un tren.
II
Es suficiente una planta que sola se riegue
en el jardín un jazmín con flores que renacen y mueren y
así, botas que se calienten solas en invierno o
cualquier cosa que encuentre su temperatura justa, vos
me tocás el brazo y te parece bien y
mi cuerpo es un escándalo,
tu nombre es un escándalo los días después
yo me guío por el instinto y
no sé cuánto tiempo pasa, si es que pasa
o cómo. Detengo el tiempo: las cosas
que se ven y las que no.
Las observo con la lentitud del que interfiere en
el acto ajeno o la del fotógrafo mientras click y
un ojo se cierra. Otro se abre.
No logro distinguir cuál.
III
Yo muero.
Lento, muero. Pausado. Así que
vuelvo a la videocasetera y pongo fwd,
aprieto play, ya no rebobinar, ya no
mirar hacia atrás salvo para
corroborar que mi sombra aún
me siga.
Y digo,
si te cruzo
quizás muero, apago todo;
la videocasetera, el DVD, el DVH, el aire que
entra por la ventana o no...
Ese que pase, que me peina la cara yo
Tengo un puñado de cosas que decirte,
Pero parece que el mundo me congelara los pies
Y yo apago todo,
miro para adentro y me contengo.
Si querés leer más de Vika Mora podés visitar su página.