Por Carmela Marrero Castro.
La frontera que separa el arte y la vida es un espacio permeable y movedizo. Abundan los ejemplos de artistas y movimientos que buscaron borrar ese límite y fundir el arte con la existencia. Algunas veces esto sucedía de manera programática o planificada –ese fue el intento de las vanguardias-, pero otras, surgía de una experiencia que invadía la literatura, hasta convertirse, ella misma, en un poema. Así ocurrió con la pasional y tormentosa relación entre dos referentes de la literatura rioplatense y latinoamericana: Idea Vilariño y Juan Carlos Onetti.
La obra Idea de Juan, actuada y dirigida por Gustavo Manzanal y Gabriela Licht, recupera el vínculo entre los escritores y para ello elige el ocaso: la última visita de Idea a Onetti en Madrid. El espacio dramático es el cuarto del escritor, y esto no es un detalle. Los últimos diez años de la vida de Onetti transcurrieron en ese lugar, acostado en su cama. Un dato más para construir la leyenda.
Onetti y Vilariño quedaron inmortalizados por sus creaciones y también, por las textualidades que se tejieron en torno a este vínculo. Las mutuas dedicatorias lo demuestran: Onetti le dedicó su novela Los adioses y Vilariño el libro Poemas de amor. La obra de Manzanal y Licht recupera los textos, la vida y la leyenda de este amor, y a partir de un instante la obra recorre estos fragmentos sin perder su unidad ni su impacto dramático.
La experiencia se vuelve poesía y el amor de estos “dos monstruos” –como se autodefinió la poeta – a pesar de no perdurar en la existencia los sobrevivió en el arte. Un famoso poema de Vilariño, recuperado en la obra, se convirtió en un emblema de la relación: “…Ya no soy más que yo/para siempre y tú/ ya/ no serás para mí/ más que tú. Ya no estás/ en un día futuro/ no sabré dónde vives/ con quién/ ni si te acuerdas./ No me abrazarás nunca/ como esa noche/ nunca./ No volveré a tocarte./ No te veré morir.”
La experiencia se vuelve poesía y el amor de estos “dos monstruos” –como se autodefinió la poeta – a pesar de no perdurar en la existencia los sobrevivió en el arte. Un famoso poema de Vilariño, recuperado en la obra, se convirtió en un emblema de la relación: “…Ya no soy más que yo/para siempre y tú/ ya/ no serás para mí/ más que tú. Ya no estás/ en un día futuro/ no sabré dónde vives/ con quién/ ni si te acuerdas./ No me abrazarás nunca/ como esa noche/ nunca./ No volveré a tocarte./ No te veré morir.”
Ficha técnico-artística:
Adaptación: Gabriela Licht, Gustavo Manzanal
Actúan: Gabriela Licht, Gustavo Manzanal
Prensa: Silvina Pizarro
Dirección: Gustavo Manzanal
Funciones: Sábados 20:30
Lugar: Centro Cultural de la Cooperación. Corrientes 1543
Teléfonos: 5077-8000 int 8313