Las 50 Nereidas, de Norman Briski (teatro)


Por Carmela Marrero Castro.

Personajes de ficción que reconocen el estatuto de su entidad. Seres de poesía con conciencia de serlo. Un relato y entonces…la inevitable pregunta por la existencia. Dos nereidas extraviadas de su clan indagan en reflexiones metafísicas cargadas de poesía: “Aquí está mi cuerpo sin sustancia, sin historia, soy sólo un relato en la belleza de la orfandad.”

El diálogo ágil marca el ritmo de la representación. El discurso se impone como protagonista y el lenguaje va creando la existencia al tiempo que articula una obra llena de incertidumbres y espacios en blanco. Claro que la reunión de estos fragmentos queda a cargo del espectador, quien se hará responsable de buscarle el sentido a una obra que: “es tan metafórica que debiera considerarse hiperrealista” –como versa el epígrafe que antecede al texto dramático-. 


Por eso, y como suele suceder en las obras de Norman Briski, surgen preguntas que quedan ahí, resonando. ¿Cómo llegan dos nereidas a una remota azotea en la ciudad de Buenos Aires? ¿Quién afirma o niega la existencia de los seres poéticos? ¿Es suficiente la certeza de que existimos para corroborar nuestra materialidad y permanencia en el mundo? Y frente a esto, la afirmación: “Nosotras somos aplastadas por la literatura, somos inventos para otra gravedad, otra luz, otras películas sobre nuestras córneas, somos deseos, esa es la materia de nuestra inexistencia.”

Las fronteras entre la ficción y la realidad se desdibujan. Las dos nereidas tienen el mismo nombre que las actrices que las representan: Eliana y Sofía. Así, las preguntas de los seres míticos y poéticos podrían trasladarse a la realidad. 

La metáfora se esclarece. “¡Nos inventaron! Los mismos que inventaron los Dioses y todo lo que está fuera del alcance de la fuerza que siempre les falta.” Y a nosotros, los seres humanos… ¿quién nos da existencia? ¿Cómo llegamos a este remoto lugar en el mundo? “¿Dónde está la realidad?”



Y la respuesta pareciera alejarse de la intelectualización para alojarse en la materia: “la biología es libertaria”, la sangre de mujer, o tal vez, la reproducción: “un bebé nos da instantes de certidumbre porque no es un invento, es un bebé y nosotras nunca fuimos bebé.” Con todo, se trata de una obra con un texto complejo pero que igualmente no anula el placer de la recepción. La puesta en escena enfatiza la belleza de las dos nereidas, que cual seres míticos, nos llevan encantados hacia el universo poético. 


Ficha técnico artística

AutoríaNorman Briski
DirecciónJuan Washington Felice Astorga
ActúanSofia Guggiari, Eliana Wassermann
VestuarioMaría Claudia Curetti
Diseño de escenografía: Norman Briski
Diseño de luces: Norman Briski
Realización de escenografía: Guillermo Bechthold
Operación de luces: Salvador Oliva
Operación de sonido: Violeta Vidal
Artista plástico: Ignacio Liang
Fotografía: Emanuel Melgarejo
Arte: Norman Briski
Diseño gráfico: Gustavo Wald
Asistencia de dirección: Ximena Di Giorgio
Prensa: Sonia Novello

Teatro: CALIBAN
México 1428 PB 5 (mapa)
Capital Federal - Buenos Aires - Argentina
Teléfonos: 4381-0521/ 4384-8163
Web: http://www.teatrocaliban.blogspot.com
Entrada: $ 50,00 / $ 40,00 - Viernes - 21:30 hs - Hasta el 29/11/2013