Por María Victoria Taborelli
¿Cómo se escribe sobre la guerra cuando ya no le quedan los vestigios del honor, las hazañas de los héroes, las aventuras que llenaban las páginas de las epopeyas griegas? ¿Cómo se escribe sobre el horror, la tortura, el desposeimiento? Muchas líneas de la literatura han buscado reconstruir esas experiencias para no dejar que el paso del tiempo mate el recuerdo de las muertes, para reclamarle al presente que salde su deuda, para evitar que la historia vuelva a trazar el recorrido de la violencia ¿Pero la literatura puede hacer justicia? Sus alcances son imprecisos, inciertos, pero sus intentos insistentes.
Amaneceres en Jenin es uno de esos intentos o, al menos, una ficción que excede los límites de la literatura para gritar, por boca de sus personajes y las imágenes más cruentas de los saldos de la guerra, una denuncia. La autora lo señala al finalizar el relato: “Aunque los personajes de este libro son ficticios, Palestina no lo es ni tampoco lo son los acontecimientos históricos ni las personalidades de este relato”.
Entre la larga cadena de padres, vecinos, hijos y amistades que recorren la novela, es Amal quien carga con las mayor responsabilidad: contar en primera persona su historia -que es también la del destierro y fractura de su pueblo- para recomponer las vivencias pasadas desde una mirada adulta que puede transformar las inexplicables conmociones de su niñez en un relato crítico. En Amal converge el destino trágico de tres generaciones de palestinos que sufrieron en sus cuerpos, sus hijos y sus tierras el conflicto bélico durante la conformación y consolidación del estado de Israel.
En un poco más de trescientas páginas Susan Abulhawa, escritora palestino-estadounidense nacida en Kuwait, busca condensar las historias de vidas y de muertes, las anécdotas, los lazos familiares y los rituales religiosos que marcaron desde 1941 a 2003 a la familia Abulheja que nació en las tierras fértiles de Ein Hod, Palestina.
Tras los iniciales romances, las fiestas matrimoniales y la productividad de los cultivos que dotan de belleza el escenario en el que nace el mapa del linaje familiar, todos los personajes deberán enfrentar la militarización de sus destinos y el desarraigo al que los impulsa la ocupación israelí. A partir de entonces, no podrán escapar de la condición de refugiados que los atraviesa y los lleva a un sinfín de desencuentros y pérdidas en los que se precariza su identidad individual y colectiva.
Pero en todos ellos, a pesar de que sus casas estén cubiertas de cenizas, el hogar original sobrevive como una marca que no puede dejarse atrás ni cuando avanzan hacia Jenin, Líbano, Jerusalen, Belén o Norteamérica. Así, protagonizan acontecimientos históricos reales, causados por decisiones de estado reales que politizan el pacto de lectura y obturan la posibilidad de una lectura pasiva. Amaneceres en Jenin, por el contrario, obliga al lector, sin ningún tipo de tregua, a preguntarse y cuestionar la realidad hostil que la ficción logra cristalizar en esas singulares y conmovedoras historias.
Detalle
Título: Amaneceres en Jenin.
Autor: Abulhawa, Susan.
Editorial: Nuevos Tiempos Editora, 2014. Bs. As.
Páginas: 384.
Precio: 200 Pesos.