Por Ariana Perez Artaso.
Julián pasa sus tardes jugando con su mejor amigo, un perro, a todas esas cosas que se pueden con un can cuando se es chico: la rayuela, el elástico, la mancha. Las horas pasan y pasan, mientras sus papás trabajan y trabajan, cada uno en una fábrica distinta (una de botellas y otra de tapitas para esas botellas). La rutina de Julián cambia de repente una tarde en la que encuentra un espejo abandonado. Allí logra ver a alguien detrás, una persona que –finalmente- le devuelve la mirada; un chico igualito a él que parece tener una vida más divertida que la suya. Y, claro, no duda en ir a acompañarlo.
Al verlo partir hacia el otro lado, el amigo perro intenta hacerlo volver, pero -como buen cuadrúpedo torpe- termina rompiendo el espejo. Cuando los padres de Julián regresan son informados por aquél del extraño hecho. El resultado es acorde a la lógica adulta: las personas no pasamos del otro lado de los espejos y los perros no hablan.
“Además, piensan que si Julián estuviera en el espejo (…) habría que llamar a una bruja para que rompa el hechizo. Y las brujas no existen. Y ya es tarde. Y ellos trabajaron todo el día”. El párrafo resume una de las ideas que se desprenden del libro escrito por Félix Bruzzone e ilustrado vivamente por Pablo Derka: los grandes están cansados. Cansados para creer en lo increíble. Y los papás de Julián tienen tanto sueño que no entienden que su hijo falta.
Pero a no preocuparse, el libro tiene un final feliz. Éste se desencadena cuando la mirada vuelve a hacer su efecto, tan poderoso que reúne nuevamente a la familia. La moraleja es evidente y hermosa. Los chicos necesitan del ojo amoroso y adulto, así como los adultos necesitamos darnos espacio para compartir su fantasía. Nada mejor para recuperar y disfrutar ese terreno que leer un libro entre chicos y grandes, un libro como Julián en el espejo.
Detalle
Título: Julián en el espejo.
Autor: Félix Bruzzone.
Ilustraciones: Pablo Derka.
Editorial: Adriana Hidalgo Editora.
Colección: Pípala.
ISBN: 978-987-1923-77-9.
Páginas: 44.
Precio: 150 $.