Solo pido que sea presentable, de Mirta Ovsejevich (Literatura, Entrevista)


Abogada y escribana, pero también escritora y guionista, Mirta Ovsejevich nos presenta su primera novela editada por DelDragón, en la que con gran humor relata las aventura de Mónica, fémina a punto de cumplir su quinta década que tiene que conseguir en tiempo récord la pareja que no pudo formar en los ocho años que lleva como divorciada.

La crianza de adolescentes, una familia judía, el paso del tiempo, las exigencias puestas sobre la mujer y la búsqueda del amor: el combo hace que la de Solo pido que sea presentable sea una lectura ágil, ideal para acontecer sobre la arena del verano.

Para conocer más sobre su experiencia con la novela, charlamos a continuación con Mirta Ovsejevich:

Revista Lucarna: ¿Cómo te iniciaste en el camino de las letras?
Mirta Ovsejevich: Leo desde chica. Al principio me compraban libros para chicos, luego conseguí algunos libros para adolescentes y finalmente los de mi casa, que eran tres paredes de biblioteca. En el colegio era siempre 10 en Lengua (y 0 en Matemáticas, para que quede claro que no era una nerd) y empecé escribiendo mi diario íntimo a los 10 años. Hasta ahora siempre escribí para mí, cosas desorganizadas, luego empecé con los guiones de largometraje y de ahí pasé a la narrativa.

RL: Sos abogada y escribana, ¿cómo se combina tu profesión con la escritura?
MO: No se combina. Trabajé poco de abogada y nada de escribana. Más que nada lo hice para regalarle el título a mis padres. En esa época se hacían esas cosas. Ahora es impensable. No tenía vocación, sentía que la justicia no existía y que había que ser muy especial para tener éxito en esa profesión, cosa que yo no era. 
RL: Afrontaste un mandato paterno con tu carrera y tu personaje tiene que hacerlo con respecto a su pareja. ¿Creés que al escribir siempre se elaboran puntos difíciles de elaborar para los autores? ¿Éste fue tu caso?, ¿es algo inevitable?
MO: No, no creo que haya sido mi caso. En otras épocas había muchos mandatos paternos, y yo retraté en la novela alguno de ellos, que bien podrían haber sido de la época de mis padres, abuelos, etc. No es mi caso.

Es probable que algunos autores elaboren puntos difíciles de procesar de sus propias vidas, no lo sé.
RL: Ganaste el 2do premio del concurso organizado por Cine-Ar por el guión del largo Bonita, ¿qué encanto encontrás en dicho formato?
MO: El cine me gustó desde muy chica. Un año antes de tener a mi segundo hijo conocí a una pareja. El era guionista y al enterarme, fue como si se me encendiera una lámpara. Le pregunté dónde había estudiado y fui ahí – a Guionarte- durante tres años. Mientras tanto iba escribiendo algo, y lo corregía a medida que aprendía.

El guión que ganó el premio, Bonita, lo escribí a partir de la idea de un guionista amigo, Lito Espinosa, uno a los que dediqué la novela, que falleció en 2005. Era muy generoso. Me siguió enseñando mientras corregía mi guión. Tenía mucho humor. Su idea era conseguir una mujer que se dejara pellizcar mientras él miraba los partidos de Racing. Le propuse, siguiéndole la corriente, conseguirle una muñeca inflable, ya que ninguna mujer real se hubiese dejado. Me dijo “¡Dale! ¡Tenés que escribir eso!”. 

De ahí surgió Bonita, una muñeca inflable fabricada por una mujer que a los 40 años tiene que salir a trabajar por primera vez en su vida, y le va tan bien que tiene que fabricar muchas, artesanalmente. Cada una es diferente a la otra. Su marido se “enamora” de la primera muñeca y surgen una serie de circunstancias muy divertidas. Es una comedia desopilante y ¡ojo!, es para todo público, menores inclusive.

RL: ¿Pensás seguir escribiendo guiones?
MO: Por ahora no, a menos que me lo encarguen. Ya recorrí muchas productoras y me cansé. Entre las secretarias que cajonean o dicen “por el momento no estamos leyendo” me agotaron. Después se quejan de que no hay buenos guiones.

RL: ¿Qué podrías recomendarle al que se está iniciando en el camino de la escritura?
MO: Puedo decir lo que hago yo. Leer mucho, incluyendo subrayado de frases que a uno le gustan. Escribir algo todos los días, en cualquier momento y lugar, lo que sea, sobre cualquier tema. Usar pocos adjetivos pero precisos. No usar casi ningún adverbio. Describir cosas con precisión, para que el lector pueda ‘verlas’, etc.

RL: ¿Qué autores argentinos disfrutás leer?
MO: Estoy leyendo fundamentalmente nueva narrativa argentina: me encanta Inés Garland, Alejandra Zina, Roque Larraquy, Pedro Mairal, Luis Mey, Ester Cross. Me estoy olvidando de muchísimos.

RL: ¿Cuál fue el último libro que leíste y cuál el que estás por empezar?
MO: El último fue El año del desierto, de Pedro Mairal, extraordinario. Ahora empecé a releer Cuando digo Magdalena, de Alicia Steimberg.

RL: ¿Cuál es el punto fuerte, en tu opinión, de Solo pido que sea presentable, y cuál el débil?
MO: Me resulta difícil ser objetiva con mi propia novela. Los puntos fuertes, según algunos lectores que me escribieron y entrevistas que me realizaron, son Mónica, la protagonista, y su forma de ver la vida, y los personajes que le toca conocer. Dicen que son muy creíbles y auténticos. Yo los veo bastante raros también. El final también es interesante, pero no quiero spoilearlo.

Los puntos débiles no los veo, sino los hubiera trabajado más. Necesitaría que alguien me los remarque para encontrarlos.

RL: ¿Cómo fue el proceso de publicación del libro?
MO: Me costó muchísimo más dejar de corregir. Corregir es más importante que escribir. Hasta que un día dije basta y lo entregué. El proceso desde que empecé a escribir el texto hasta que terminé duró tres años. Supongo que por falta de experiencia y un poco a veces por falta de entusiasmo, pero finalmente decidí publicarlo y ahí no paré un segundo.

¿Tenés pensado seguir publicando?

MO: Claro. Ahora estoy escribiendo cuentos.

Detalle:
Título:Solo pido que sea presentable. 
Autora: Mirta Ovsejevich.
Editorial: Deldragón, 
Buenos Aires, 2015.
ISBN: 9789871884435. 
Páginas: 120. 
Precio: 170 Pesos.