Buenos Aires Invisible, dirigida por Verónica Bustos (Teatro)




Por Victoria Cestau.
 
Los llamados Estudios Subalternos se encargaron de problematizar las voces de las minorías que discriminadas por distintos motivos, ya sea por raza, etnia, orientación sexual o religión, se encontraban excluidas y sin representación dentro del discurso dominante.

En una línea similar Buenos Aires Invisible toma la idea de hacer visible lo oculto o silenciado. La obra es una fotografía de la noche que queda cuando las luces de la ciudad se apagan y, en medio del silencio y la oscuridad, las voces de los invisibilizados toman cuerpo. 

Ahora bien, en un mundo donde las imágenes violentas avasallan nuestro diario vivir, ¿qué es lo que queda sin ver? ¿dónde podemos detenernos y encontrar “lo invisible”? El teatro, como otras disciplinas artísticas, retoma desde la escena una forma de dar a conocer esta problemática.

Un galpón del Konex nos abre las puertas con una puesta que invita al espectador a transitar por el espacio escénico de una manera diferente a la habitual. Tal vez la calle que tantas veces transitamos, es en esta puesta, la escena que se mueve y nosotros los espectadores somos los encargados de elegir desde donde mirar “el problema”… Lo cierto es que la disposición del espacio está planteada de una forma dinámica en la que tanto las posiciones de los actores como la del público se articulan de manera diferente al teatro más tradicional. Una escena nos sorprende por la derecha y la siguiente se desarrolla a nuestras espaldas…es así como pasan las cosas en la calle, es así como desprevenidos vemos y escuchamos los relatos de la noche. 


Los diferentes espacios son habitados por personajes típicos de la calle: una policía, prostitutas, travestis, dealers, dueños de bares. La obra mezcla humor, patetismo y drama de una forma singular, por eso las risas del público no siempre son resultado del humor sino que también provienen de la angustia, de los nervios, “de la verdad” de los diálogos.

El realismo con el cual se desarrollan tanto las escenas como el planteo narrativo y la técnica actoral, me generan preguntas y reflexiones en las que lo cinematográfico se hace presente: ¿Cuántos encuadres puede tener un espectador de teatro? ¿Cuántas posiciones? En el teatro, el ojo de la cámara no está para hacer el recorte, por lo tanto, elegir el ángulo desde donde mirar, es un desafío porque también nos hace cuestionar la posición política que tomamos frente a estos hechos.

La música en vivo y los cuerpos cargan la pieza de un dramatismo y de una crueldad, que por suerte, no nubla ni las actuaciones ni la dirección. Sin embargo la escenas violentas son riesgosas en el teatro porque de no estar matizadas o bien logradas técnicamente se pierde por momentos el pacto que bien se había logrado.



Buenos Aires invisible, es un retrato de nuestra capital, y como tal, nos deja la certeza de que falta mucho por hacer, no sólo para visibilizar desde la dignidad las voces que sufren, sino por integrarlas a un lugar en la realidad social que parece pertenecer a los sectores más dominantes. El logro de este equipo artístico es, hablar de una temática difícil y compleja desde una elección estética, y por lo tanto ética, que posiciona al actor en un lugar más sensible y comprometido.

Centro Cultural Konex: Sarmiento 3131
Durante septiembre, los jueves a las 21:30 hs. 
Entradas: $ 80.
Espectáculo sólo apto para mayores de 18 años.
Sala E - de pie

Ficha Técnico-Artística:

Actúan: Valeria Roldán, Blas Briceño, Mauro Vekselman,
Carolina Milli, Hernán Glatsman, Georgina Frattini, Vivi
Manos, Valeria Blanc, Pablo Casal
Diseño sonoro y musical: Fede Berthet
Diseño de luces y espacio: Verónica Bustos
Diseño gráfico: Ricardo Peláez
Trailers: Rodrigo Ochonga
Realización de luces: Matías Burgueño
Asistente de producción: Rike Maerten
Producción: Blas Briceño
Asistente de dirección: Rodrigo Ochonga
Dirección: Verónica Bustos