Por Victoria Cestau.
Si bien la figura de Evita Perón ha sido abordada desde diferentes formatos y dispositivos a lo largo de toda la Historia, las múltiples textualidades lejos de clausurar la producción en torno a su figura, invitan al diálogo y por tanto a la emergencia de nuevas lecturas. Un ejemplo es Café Irlandés de Eva Halac que se presenta en el Teatro la Comedia. Esta obra se ambienta a fines de la década de los 50, donde dos periodistas jóvenes, nada más y nada menos que, Rodolfo Walsh y Tomás Eloy Martínez, investigan el caso del paradero del cadáver de Evita.
Eva Halac trabaja difusa frontera entre la realidad y la ficción. Límite que juega desde el principio: al entrar, la puesta pensada para poder romper con la cuarta pared y con ese extraño espacio llamado escenario, coloca al espectador en una modalidad de recepción que abre la duda entre “lo real” y “lo imaginado”. Este binomio sobrevolará toda la obra cuestionando “la verdad” en el periodismo.
El refinado ojo de la directora y su labor como dramaturga demuestra que no sólo sabe y conoce de teatro, sino que también utiliza el dispositivo cinematográfico como recurso escenográfico. Cuatro proyecciones en blanco y negro presentan distintos encuadres de un mismo exterior, la imagen es “el afuera”, al cual no accedemos directamente, sino a través de las miradas de los personajes que nos llevan a entretejer junto a ellos el misterio de una historia que hace la Historia, ¿qué sucedió con el cadáver de Evita, ¿dónde está? El escenario se re-significa de varias maneras, recreando distintas locaciones, y alcanzando sentidos y valores diferentes, donde alterna los símbolos poniéndolos al servicio del juego dramático.
Hay una decisión estética que acompaña el relato, la realización del montaje a través del audio y de las imágenes, el trabajo global e integrador de los recursos (cinematográficos y teatrales) demuestra un excelente ritmo y tempo actoral dado por la dirección y la narrativa del texto. Por eso, las escenas se comprenden y se disfrutan desde lo visual y lo auditivo, y también, por algo inasible que nos hace cómplices y que solamente sucede cuando vemos una obra que cuida todos los componentes teatrales.
El vestuario, su paleta y su adecuada iluminación, nos llevan a transportarnos a una época que, asumiendo un riesgo consciente y delicado en lo que se cuenta y cómo se cuenta, construye un verosímil donde todo es habitado por actuaciones de gran nivel. Los cuerpos de los actores: sus voces, sus estados, sus trayectos, son parte de una creación justa y brillante.
La tensión entre lo objetivo y subjetivo se fusiona con libertad teatral, ya no importa el carácter documental, porque todo podría haber sucedido, de hecho acontece ante nuestros ojos y ese es el punto más importante de la reflexión.
No podemos acceder a muchas realidades al mismo tiempo, sin embargo la obra nos deleita con el hecho de poder estar en dos lugares al mismo tiempo, ¿cuál es la realidad? ¿Qué es lo real?... “hombres nuevos, con palabras nuevas” dice Rodolfo Walsh, magníficamente logrado por Guillermo Pfening,….y eso es lo que Halac presenta junto a su equipo: un trabajo artístico de la mano de un nuevo lenguaje, palabras nuevas….
Funciones: viernes y sábados, 21:15 hs.
Lugar: Teatro La Comedia (Rodríguez Peña 1062)
Entrada general: $130
Reservas: 4815 5665
Entrada general: $130
Reservas: 4815 5665
Ficha técnico-artística:
ELENCO:
Guillermo Pfening (Rodolfo Walsh)
Federico Lama (Tomás Eloy Martínez)
Guillermo Aragonés (El coronel)
María Ucedo (Esposa del coronel)
ESCENOGRAFÍA Y VESTUARIO: Micaela Sleigh
ASISTENTE DE ESCENARIO: Yamila Dana Pagliari
DISEÑO DE LUCES: Miguel Solowej
FOTOGRAFÍA: Guillermo Monteleone
PRODUCCIÓN EJECUTIVA: Demián Kaltman
ASISTENCIA DE DIRECCIÓN: Erika Estiz
DRAMATURGIA Y DIRECCIÓN: Eva Halac
PRENSA: Octavia Comunicación