Por Patricia
Signorelli.
Hay una estrecha
relación entre la magia y el teatro. Una relación que no se basa en lo
inexplicable y maravilloso de los hechos, sino en la manera en que una obra
logra que el espectador sea tocado por la lógica de un mundo “otro”, no real,
pero sí verdadero. En La casa esconde la magia se activa con
el trabajo de los actores, quienes interpretan distintos personajes. Las
pequeñas variaciones -como el cambio de una prenda de vestuario- son el pasaje,
el dispositivo escénico mediante el cual la acción se desplaza a diferentes
espacios y momentos.
Tres hermanos
acaban de perder a su padre y heredan una vieja casa (o eso creen). El afán por
disponer del inmueble deja al descubierto no sólo las relaciones vinculares entre
ellos, sino también sus vidas y las maneras en las que conformaron sus propias
familias.
La obra
transcurre en una casa semi desmontada. Un número reducido de espectadores se
sienta, luego de sortear algunas cajas apiladas, alrededor de la escena. Sin
embargo, la contundencia de la acción es tan efectiva que la obra podría
prescindir de cualquier objeto o elemento escenográfico.
El artificio construye
un relato de fragmentos. Un montaje de escenas que se articulan y adquieren
sentido a medida que la obra avanza y los personajes cambian. El material
dialoga con el género policial y apela a la mirada atenta de un espectador
activo.
La casa esconde es una
obra que va más allá de lo espectacular y propone un teatro basado en el actor:
un actor creador. La propuesta es sumamente interesante y combina un gran
trabajo de dirección y un muy buen trabajo actoral.
Cuándo: Domingos
19:00.
Dónde: El Camarín de las Musas (Mario Bravo 960).
Texto: Santiago Fondevila, Luis Gritti, Julieta Halac,
Miguel Israilevich, Carla Pandolfi.
Actúan: Santiago Fondevila, Luis Gritti, Julieta
Halac, María Milessi.
Diseño de vestuario: Isabel Gual.
Diseño de escenografía: Isabel Gual.
Diseño de luces: Sandra Grossi.
Diseño gráfico: Miguel Israilevich.
Asistencia de dirección: Diego Torben.
Prensa: Mariana S. Lopez.
Producción: Julieta Halac.
Dirección:
Miguel Israilevich.