La lluvia de verano, versión de Stella Galazzi


Entrar al universo de Marguerite Duras implica codearse con personajes y escenarios tan agobiantes como reveladores. Los que habitan en su última novela no son la excepción. Se trata de una familia de padres inmigrantes instalada en los márgenes franceses, fuera del campo laboral y escolar, estado que se rompe con la llegada de un maestro, que los convence de ingresar a la prole en la educación institucionalizada. A partir de ahí, la pregunta sobre cómo encontrar el conocimiento se abre, haciendo foco en Ernesto, prodigio de edad incierta que sabe leer sin haber aprendido nunca y que rechaza la escuela, alegando que ahí le enseñan ‘cosas que no sabe’.

Duras escribió La lluvia de verano promediando la séptima década. Está  inspirada en su película Los niños, que estrenó en 1985, y ésta, a su vez, tuvo como disparador uno de sus cuentos: Ah Ernesto!, de 1971.  

“Siempre me atrapó la literatura de Duras, su postura ideológica, su mirada cruda y amorosa de los vínculos familiares, su posición ante el mundo y la literatura, su pasión por la palabra, su refinamiento salvaje”, cuenta la actriz y directora Stella Galazzi. Después de leer la novela, agrega, “sentí que era posible llevarla a escena y que no quería hacer ninguna otra cosa. Fueron meses de trabajo, reflexión e investigación para encontrar la manera de lograrlo.”.

Hoy, Gallazzi encabeza la versión teatral  de la pieza de Duras, que se presenta todos los domingos a las 21:00 en ElKafka espacio teatral. Dicho proyecto atravesó un proceso de varias postas. En primer término, “Compramos con Lili Grinberg los derechos, que fueron cedidos sin problemas ni condicionamientos, y dentro de un valor que fue accesible”, recuerda Galazzi. Luego, Lili Grinberg se encargó de llevar el texto al español. En este sentido, la directora aclara: “Es importante para mí, cuando trabajo con una obra en otro idioma, trabajar cercanamente con el traductor y, de ser posible, que éste haga teatro, para encontrar aquellos términos que no traicionen al autor, pero puedan ser dichos por los actores”. 

Ya con la traducción lista, otro desafío se abría: “abarcar todos los mundos de la novela, o al menos los que más me interesaban -ya que resigné algunos-, desde la dramaturgia. Fue un trabajo extendido en el tiempo, un año sobre el papel, armando el texto. Ese proceso pasó por muchos cambios, hasta definir una versión que luego se fue modificando al trabajar con los actores. Hubo decisiones que se dieron en el proceso de la puesta en escena, como el espacio y las proyecciones; otras que se impusieron desde el comienzo: que los actores fueran seis y que los niños fueran actores jóvenes pero no niños, etc. Ese fue un trabajo extra, para encontrar algo ambiguo donde el espectador vea a un joven y entienda que es un niño”.

La historia de Duras podría haberse contado desde diversos puntos de vista, centrándose en cualquiera de los temas que plantea (los lazos familiares, la educación, la libertad de pensamiento, la inmigración, la religión, etc.). La propuesta de Galazzi ahonda en lo social, en “esta familia de inmigrantes que vive de la ayuda estatal -porque de otro modo no subsistiría- como generadora de otra mirada posible del mundo. Esto me obligó a pensar en los genocidios; en los migrantes que son rechazados; en lo valioso de toda vida humana porque cada uno tiene un aporte indispensable para el desarrollo de nuestra humanidad. Esa mirada ética es lo más fuerte para mí”.

Estas elecciones se sostuvieron desde la fascinación que Duras genera en la directora, la cual la protegió de los miedos que darle sello propio a tamaño texto podrían despertar: “Me apasionó tanto el material que me olvidé de todo, recién cuando estaba por estrenar pensé en los lectores de Duras, sentí una angustia anticipada, no quería defraudarlos. Pero también pensé que habíamos trabajado mucho y -como yo respeto eso en cualquier búsqueda- entendí que esto se tendría en cuenta, y logré tranquilizarme. No pensé en Duras, ella no corría peligro, no hay nada que pueda yo hacer a su favor o en su contra, Duras es Duras”.

Cuándo: Domingos a las 21:00.
Dónde: ElKafka Espacio teatral, Lambare 866.
Cuánto: 160p.



Ficha técnico artística
Elenco por orden alfabético: Alejandro Caprotta, Lilí Grinberg, Marcos Moreno Martínez, Josefina Pittelli, Pablo Rinaldi y Stefy Troiano.
Diseño de escenografía y vestuario: Carlos Di Pasquo.
Realización escenográfica: Gabriela Luna y Mariana Ramirez Roa.
Diseño de iluminación: Marco Pastorino.
Música original y diseño sonoro: Gustavo García Mendy.
Diseño audiovisual y fotografías: Carolina Zarzoso Paoloni y Ariel Contini.
Diseño gráfico: Javier Gazzé.
Asistencia de dirección: Luciana Caruso.
Producción ejecutiva: Romina Ciera.
Prensa: Carolina Alfonso.
Autora: Marguerite Duras.
Traducción: Lilí Grinberg.
Dramaturgia y dirección: Stella Galazzi.