Por Patricia Signorelli.
La pieza dirigida por Matías Gómez explora los límites de la soledad. En el interior de una casa titilan las luces de un árbol navideño. Una, dos, tres... algunas tarjetas con felicitaciones cuelgan de las ramas. Faltan pocos días para la Navidad. Un hombre solo espera la invitación imprevista de alguien que lo piense. La televisión y un gato que no está son su única compañía. Rodolfo espera y mientras tanto madura su tristeza que nace de la imposibilidad de cumplir con las normas de lo establecido.
La tristeza de Rodolfo aparece cuando la tradición la vuelve visible por la falta de lo esperable. La normativización de un sujeto tipo que festeja su vida rodeado de otros que lo aman es un imposible para Rodolfo. La mentira y la apariencia a la que a veces recurre, dejan de ser efectivas cuando la mirada de los otros se vuelve la propia mirada y el autoengaño pasa a ser un gesto desesperado por sobrevivir.
En la víspera de Navidad nos sumergimos en la intimidad de un hombre que repasa los vínculos de su vida: amores que no fueron y viejas amistades olvidadas. Nos volvemos vulnerables y frágiles cuando la falta se vuelve tan evidente que nos excluye y hacemos cualquier cosa por volver a encajar.
Se destaca la actuación de Ricardo Torre y la música original y en vivo de Diego Salvatierra.
Angá Rodolfo puede verse hoy las 21:30 en la sala La Lunares (Humahuaca 4027) .
Ficha técnico artística
Actúan: Ricardo Torre.
Música original: Diego Salvatierra.
Fotografía: Felipe Castro.
Diseño gráfico: Felipe Castro.
Asistencia de dirección: Nadin Jezabel Gulman.
Prensa: Kazeta Prensa.
Dirección: Matías Gómez.