25 Poetas fueron convocados para escribir sobre los jugadores elegidos por Sabella(... y Tévez). El resultado fue la Antología definitiva sobre la selección argentina en Brasil, Himnos Nacionales, que podés leer o descargar desde Años luz editora. Acá te dejamos un adelanto.
Messi, por Ezequiel Vila
Qué bien se te ve pisar
el pasto del Maracaná
qué bien se te ve
mirando ese suelo
ajeno a la multitud
que posa los ojos sobre vos
y solo sobre vos.
Qué alegría recordar
esos tres goles a Brasil
en un amistoso que solo sirvió
para armar promos de TyC
y alimentar la fe
de que vas a poder,
¡cómo no vas a poder!
Cómo no lo vas a lograr
si vos todo lo superás
si hasta aprendiste a entonar
las estrofas del himno nacional.
Messi,
Messi, la patria abre sus ojos como un depredador
relamiéndose ante tus apiladas
el público tiene en la mirada
todo el deseo que le falta a la tuya.
Messi, los dientes están afilados, la quijada babeante
Olé el aliento de esa hinchada embozada, Messi.
Olé, olé.
¿Se te eriza la nuca, Messi, cuando escuchás ese fervor?
¿Pensás acaso
en los Platini
los Di Stefano
los Cruyff?
Sé que una bestia oscura devora en tus pesadillas
los sueños de gloria, Messi.
En el fondo de tu cabeza se esconde un monstruo
que también piensa.
Messi y el Otro Messi
ambos luchan en noche muda
pero el Otro es tan gigante
¡ah!
Messi,
¿Tu corazón se encoje cuando Iniesta
te invita a su casa a comer
y sabés que sobre la repisa
va estar
la vas a ver
la medalla que todo el mundo
quiere que tu cuello
llegue a sostener?
¿Recusás internamente el cumplimiento
del que han marcado como tu deber?
Es tentador cumplir con toda la rebeldía
que te exigen por compararte con otro diez
dejando a los ingratos con las manos vacías.
Messi,
los músculos de la fiera están tensos,
las luces del estadio lo excitan,
¡cuidado!
Pero tranquilo,
que el desasosiego es enemigo del gol,
la turbación mueve la pelota
peor que pozo en el pasto.
Ningún campeón abrazó la congoja
excepto quizás Valdano
pero jamás un líder
un líder, ¡ah!
Messi
¡un líder!
Si cumplís tu destino manifiesto
cuánto me gustaría que al momento de la prensa
y los flashes
los mandes a todos a la mierda,
se las cobres,
aunque todo lo tengas.
La boca abierta del mundo.
Cuánto me gustaría que reemplaces esa voz
de alumno que no estudió
y que a tus labios los manejen tus pies.
Una noche, Messi, una noche.
Esa noche.
Messi,
la bestia es salvaje pero sabe
sabe que ya tenés 26
que la estepa rusa puede ser
el Azteca de un soldado curtido
pero que esa no puede ser tu historia.
La bestia tiene hambre pero piensa,
como bestia
pero piensa.
Messi,
los chicos están hartos
de verte levantar la copa
renderizado por los sistemas japoneses
del PES.
Los chicos quieren el poster
la foto
los botines.
Los chicos,
el capital internacional,
las bolsas del mundo,
todos están atentos a tus pasos.
Son muchos posters
muchas fotos
muchos botines.
Messi,
la imaginación colectiva del globo
urde ensueños en los que sos protagonista.
Fantasmagorías, quimeras
más monstruos,
todos sobre vos.
Messi,
todos las miradas, Messi,
y vos mirás el pasto.
Messi,
¡ah!
Un poco sobre Ezequiel Vila
Nació en 1987 en la maternidad del Hospital del sindicato Obrero Textil de Parque Patricios, donde ahora funciona un hospital psiquiátrico. Estudió en la facultad de Filosofía y Letras de la UBA (mejor conocida como Puán), es profesor de enseñanza media, investigador amateur, co-editor de la Revista Luthor y miembro del colectivo editorial EDEFYL. Desde 2007 (es decir, desde sus inicios) participa del espectáculo de poesía, música y performance Medias y Sombreros. Vive en Temperley pero es hincha de Banfield. Una tortuga muerta llega a la orilla de Playa Grande es su primer libro.
Fotos:
1.©Calcio Streaming/Creative Commons
2. ©alegermino/Creative Commons
3. ©lightscripture/Creative Commons
4. ©Yesudeep Mangalapilly/Creative Commons